La Bombona de butano. Nació en 1957.


Fue en 1957 cuando Repsol Butano y su popular bombona naranja se dieron el ´sí quiero´. Esa misma fecha se firmaba el Tratado de Roma y los rusos lanzaron al espacio el Sputnik. Por las carreteras españolas comenzaron a verse las siluetas del toro de Osborne y empezaban a circular los primeros SEAT 600. El mundo estaba cambiando y nuestro país no podía quedarse a la cola de los nuevos avances. La popular bombona llegaba a los hogares españoles al mismo tiempo que decíamos adiós a una dura y larga postguerra, y al mismo tiempo daban sus fruto los primeros planes de desarrollo económico . Industria, construcción y turismo trabajaban para dar un impulso al país y la bombona naranja se convirtió en todo un símbolo de modernidad. Se acabaron las incomodidades y la suciedad del queroseno, el carbón y la leña. "Con Butano, agua caliente al instante" decía la publicidad de la época. Ha pasado medio siglo y la bombona le ha dado el nombre al color. Ese naranja intenso que no dudamos en llamar como el gas que lleva dentro: naranja butano.
Pero el invento de hace 50 años también ha crecido en todos los sentidos, convirtiendo a los GLP (Gases Licuados del Petróleo), en una energía limpia, económica, versátil y cómoda, que satisface todas las necesidades energéticas. Una cita alegre, pero también realista. Repsol Butano celebra sus bodas de oro haciendo frente al reto de la competencia de nuevas energías y explorando nuevos mercados y productos. La bombona tiene que seguir atendiendo las necesidades de los hogares modernos. En sus 50 años de vida, la bombona también se ha hecho muy viajera. En busca de oportunidades, se quiere llevar el butano y el propano a mercados latinoamericanos como Argentina, Ecuador, Perú y Chile, donde ya es líder, además de Bolivia y Brasil. Por otra parte no podemos olvidar aquellos países como Francia, Portugal, Andorra, o Marruecos donde ya está presente y sigue facilitando la vida a millones de personas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En Brasil en 1937 ya lo comercializaban, lo inventó Ernesto Igel, esa empresa existe actualmente, se llama Ultragaz y es parte del exitoso grupo Ultrapar.